EMPRENDEDORA DESDE JOVEN

​Desde los diez años, encantada y con mucho entusiasmo, Evelyn Veith acompañaba a su padre que trabajaba de “polaco”, o sea, en la jerga costarricense, como distribuidor de prendas de vestir y enseres del hogar en zonas residenciales en toda la región capitalina del país: vendía a plazos puerta a puerta y cobraba los recibos semanales de los clientes. En aquel entonces, no se veía mal ni era prohibido que los niños colaboraran en este tipo de tareas como apoyo familiar.

A los trece años, inicio su trayectoria laboral en la ciudad de Alajuela. Por iniciativa propia y con muchas ganas de vender, disfrutando del contacto con las personas, ayudó como dependienta en una cadena de ropa, calzado y complementos, los fines de semana y durante las vacaciones de escolares.

Posteriormente, mientras estudiaba, Evelyn Veith trabajó como asistenta personal de un miembro del consejo universitario. De forma paralela, realizó prácticas en la cancillería del gobierno costarricense y en la oficina del asesor del ministro como encargada de la noticia nacional e internacional, a la vez, realizaba tareas de redacción para la prensa y organizó la Semana para La Paz en conjunto con la oficina de la Organización de las Naciones Unidad. Una vez graduada, se inició en la consultoría empresarial, por lo que decidió realizar el MBA en marketing, pasó al ámbito tecnológico y fue contratada por una empresa líder en la implementación de sistemas integrales de tecnología corporativa como ejecutiva de cuentas. Poco después, fue nombrada directora comercial y atendió las áreas de ventas y telemarketing hasta cuando decidió irse a España para continuar su formación.

Adentrarse en la cultura y el modus vivendi de los españoles fue todo un reto, pero, en su opinión, de las mejores decisiones tomadas. Dejó su país natal sin ninguna beca y ningún apoyo económico más que los ahorros acumulados durante años. En la Universidad de Salamanca, optó por trabajar en la Facultad de Medicina, en varios programas de evaluación de proyectos de economía social, aplicando el modelo EFQM (“European Foundation for Quality Management”), que es un sistema europeo no normativo que desarrolla el concepto de la calidad total y está orientado hacia la excelencia empresarial. Posteriormente, le concedieron una plaza como asistenta de la Cátedra de Emprendedores del Departamento de Economía y Empresa, consecutivamente, desempeño como investigadora de economía e innovación.